Los síntomas de la menopausia son tan variados -y numerosos- como todavía desconocidos por muchas mujeres, y la menstruación irregular solo es uno de ellos. ¿Duermes peor?, ¿estás triste sin motivo aparente?, ¿tienes sofocos?, ¿has perdido la cintura?, ¿te despiertas a consecuencia de los sudores nocturnos? Si ya has cumplido los 45 años y te identificas con alguna de estas situaciones, estás atravesando la etapa de la perimenopausia, en la que los síntomas físicos de la menopausia son tan notables como los psíquicos.
A qué edad comienza la menopausia no es la pregunta. Según los ginecólogos, hasta después de 12 meses sin menstruación no se puede considerar ‘oficial’ la llegada de la menopausia, sin embargo, los síntomas pueden comenzar hasta siete años antes. Si quieres estar preparada, sigue leyendo.
Los 10 síntomas de la menopausia
Decimos ‘los 10 síntomas más comunes’ porque haber, hay incluso más, pero estos son los que más se comentan en las consultas de ginecología. Aunque hay más de una hormona involucrada, lo que todos tienen en común es el descenso de estrógenos que provoca una serie de cambios que afectan a distintos niveles.
Sofocos
Algunas mujeres definen la sensación como la de entrar súbitamente en una sauna a 60 grados. La piel del rostro suda y se enrojece haciendo que se sientan incómodas según en qué situaciones por esa sensación de incontrolable. Pueden durar unos segundos o más de un minuto, pero el tiempo parece eterno. Los estrógenos y la progesterona son los reguladores de la temperatura corporal y una vez reducen su actividad ‘olvidan’ cumplir al 100% con esa función.
Sudores nocturnos
Tener que cambiar el camisón o las sábanas a mitad de la noche no es extraño en este periodo, con la consiguiente pérdida de la calidad del sueño que implica. Ocurre como con los sofocos, y es un problema de regulación térmica. Cuando ocurren durante el día se puede recurrir al abanico, pero durante el sueño, estamos más indefensas y cuando se es consciente de ello, el pelo y el pijama ya están empapados.
Sequedad Vaginal
Hasta ahora, los estrógenos se encargaban de mantener una mucosa vaginal saludable, pero cuando el descenso de sus niveles ya es más que notable, comienzan a notarse una reducción de flujo y episodios de incomodidad en las relaciones sexuales. Al perder la capacidad protectora del flujo, también es más común experimentar episodios de picor o irritación.
Menstruación Irregular
Durante la perimenopausia es imposible calcular cuándo toca, pero esa irregularidad no implica necesariamente retrasos. Puede ocurrir de todo, desde menstruaciones cada 15 días seguidas de una falta hasta estar siete meses sin regla y volver a manchar. También hay cambios en la textura o la cantidad del flujo menstrual y es común pasar de reglas cortas y con poco sangrado a otras inusualmente abundantes.
Cambios corporales
La grasa abandona su asentamiento favorito (ya no es necesario sustentar la zona de las caderas para procrear) y se desplaza hacia arriba para rellenar cintura, espalda, brazos, hombros… se produce una distribución androgénica de la grasa, de la constitución ‘pera’ se pasa a la de ‘manzana’ y más allá de lo que este aspecto pueda afectar psicológicamente, aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular o el síndrome metabólico que está directamente ligado con el perímetro de la cintura. La piel del rostro también acusa la falta de estrógenos y las primeras señales son la sequedad y la pérdida de firmeza.
Metabolismo más lento
Esa dieta con la que perdías 3 kilos en dos semanas deja de ser efectiva y notas que, comiendo lo mismo, engordas. Es una realidad, y para mantener el peso habitual habría que introducir hábitos de vida más saludables en lo que respecta a la ingesta de alimentos y al ejercicio físico para mantener un peso adecuado.
Más vello y menos pelo
Pueden aparecer pelos en zonas hasta ahora impensables como la barbilla o la mejilla, y sin embargo el cabello comienza a debilitarse y se muestra cada vez más fino y propenso a la caída. Se trata de otro síntoma fruto de la pérdida de la hormona femenina por excelencia.
Cambios de humor
El síndrome premenstrual deja de ser algo temporal y se mantiene de manera constante. El estado de ánimo también estaba directamente ligado al nivel de estrógenos, pero también a la serotonina, que también se ve afectado. El riesgo de desarrollar trastornos depresivos es mucho mayor en esta época.
Insomnio
Dormir del tirón y durante más de 6 horas se convierte un sueño. La menopausia y el insomnio están directamente relacionados debido a la presencia de sofocos nocturnos y a la falta de estimulación del receptor cerebral GABA por haber una menor cantidad de progesterona.
Debilitamiento de la masa ósea
Una densitometría (prueba diagnóstica que mide el grado de mineralización de los huesos) daría fe de ello. Durante esta etapa se modifica la estructura ósea que pierde calidad y cantidad. Hay mayor riesgo de fracturas y, si no se trata este problema, la aparición de la osteoporosis. Está comprobado que la disminución de los niveles de estrógenos en la menopausia es uno de los mayores factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad.
¿Hay solución? Sí, todos estos síntomas pueden frenarse y volverse llevaderos e incluso pueden llegar a desaparecer. Por eso es tan importante acudir al especialista en cuanto se empieza a notar alguno de ellos.
REFERENCIAS
- https://aeem.es/para-la-mujer/
- Menoguía AEEM Perimenopausia (ISBN: 978-84-940319-2-2)
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- Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
- Revista Obstetrics and Ginecology.
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)
