¿Qué es la osteoporosis? La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.
¿Por qué hay una relación tan estrecha entre menopausia y osteoporosis?
Esta relación tan estrecha entre la menopausia y la osteoporosis se debe a la disminución de los niveles de estrógenos, la hormona que ayuda a mantener la densidad ósea. Con la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede llevar a una pérdida ósea acelerada y a un aumento del riesgo de fracturas.
Menopausia y osteoporosis y su relación con la edad
¿Está relacionada la edad de inicio de la menopausia con la gravedad de la osteoporosis? Sí, la edad de inicio de la menopausia influye en la gravedad de la osteoporosis. Cuanto más temprana sea la menopausia, mayor será la pérdida de masa ósea y el riesgo de osteoporosis. Esto se debe a que se reduce el tiempo de exposición al estrógeno, que es beneficioso para los huesos. Por el contrario, cuanto más tardía sea la menopausia, menor será el impacto sobre la salud ósea
¿Hay otros factores que, sumados a la menopausia, puedan empeorar la osteoporosis? Sí, hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de osteoporosis además de la menopausia. Estos incluyen la falta de ejercicio, seguir una dieta pobre en calcio y vitamina D, el consumo de tabaco y alcohol, el uso de ciertos fármacos y algunas enfermedades. Por tanto, debemos contemplar la relación entre menopausia y osteoporosis en un sentido amplio.
¿Cuándo se aprecia una mayor pérdida de masa ósea? ¿Al comienzo de la menopausia, durante la premenopausia o después? La mayor pérdida de masa ósea se produce en los primeros años después de la menopausia, que es cuando el descenso de estrógenos es más brusco. Se estima que en los primeros 5 años de la menopausia se puede llegar a perder entre el 10 y el 20% de la masa ósea total.
¿Cuáles son los grados de la osteoporosis? Los grados de la osteoporosis se determinan mediante la medición de la densidad mineral ósea (DMO), que se realiza con una prueba llamada densitometría. Esta prueba compara la DMO de la persona con la de una población de referencia de adultos jóvenes y sanos. Según los resultados, hablaremos, de mayor a menor gravedad, de osteopenia, de osteoporosis y de osteoporosis grave.
Es posible prevenir la relación entre menopausia y osteoporosis
¿Es posible frenar o evitar la osteoporosis? Sí, es posible prevenir y tratar la osteoporosis, pero solo puede conseguirse con una combinación de medidas que incluyen:
– Seguir una dieta adecuada, rica en calcio y vitamina D. Estos elementos son esenciales para la formación y el mantenimiento de los huesos. El calcio se encuentra en alimentos como la leche y sus derivados, las verduras de hoja verde, los frutos secos, las legumbres o el pescado. La vitamina D se obtiene principalmente de la exposición al sol, pero también de alimentos como el huevo, el pescado azul, el hígado o los cereales fortificados.
– Realizar ejercicio físico regular. La actividad física estimula la actividad de los osteoblastos, que son las células encargadas de formar el hueso nuevo. El ejercicio más beneficioso es el que implica carga de peso, como caminar, correr, saltar, bailar o levantar pesas. Pero también son importantes los ejercicios de equilibrio, flexibilidad y coordinación, que ayudan a prevenir las caídas y las fracturas.
– Llevar un estilo de vida saludable. Hay que evitar los hábitos perjudiciales para los huesos, como fumar, beber alcohol en exceso, consumir cafeína o refrescos, ser sedentario o estar postrado en cama por mucho tiempo. También se recomienda mantener un peso adecuado, ni muy bajo ni muy alto, y evitar las dietas restrictivas o los trastornos alimentarios.
Siempre se ha asociado el calcio como el activo nº 1 a la hora de mantener los huesos fuertes, pero ahora también se habla de otros como la vitamina D. ¿Qué papel tiene cada uno? Tanto el calcio como la vitamina D son importantes para la salud ósea. El calcio es necesario para la formación y el mantenimiento de los huesos, mientras que la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Ambos nutrientes trabajan juntos para mantener una buena calidad ósea.
¿Hay alimentos que empeoren la salud ósea? Sí, hay algunos factores que pueden afectar negativamente a la salud ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis, como el consumo excesivo de sal, cafeína, alcohol, tabaco, azúcar, grasas saturadas y trans y proteínas de origen animal. Estos alimentos o sustancias pueden interferir con la absorción o el metabolismo del calcio, el principal mineral que forma los huesos. Por lo tanto, se recomienda moderar o evitar estos alimentos y seguir una dieta equilibrada y variada, rica en elementos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
Cuidados para evitar la osteoporosis en la menopausia
Pensando en tratamientos para detener la unión menopausia y osteoporosis ¿Puede la terapia hormonal para la menopausia evitar o retrasar la osteoporosis? La terapia hormonal consiste en el uso de medicamentos que contienen hormonas femeninas, como el estrógeno y la progesterona, para aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir algunas complicaciones asociadas a esta etapa, como la osteoporosis. El estrógeno tiene un efecto protector sobre el hueso, ya que inhibe la destrucción ósea y favorece la formación de nuevo tejido. Por eso, cuando los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia, se produce una pérdida de masa ósea acelerada y un aumento del riesgo de fracturas. La terapia hormonal puede ayudar a prevenir o retrasar esta pérdida de hueso, siempre que se inicie lo antes posible después de la menopausia y se mantenga durante el tiempo necesario.
Se habla mucho del ejercicio de fuerza para prevenir la osteoporosis, ¿hasta qué punto es eficaz para deshacer la relación entre menopausia y osteoporosis? El ejercicio físico es uno de los pilares para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis, junto con la alimentación y la medicación. El ejercicio de fuerza, que implica el uso de pesas, bandas de resistencia o el propio peso corporal, es especialmente beneficioso para fortalecer los músculos, los tendones y los huesos. Este tipo de ejercicio estimula la formación de nuevo tejido óseo, aumenta la densidad mineral ósea, mejora la postura, el equilibrio y la coordinación y previene las caídas y las fracturas. Pero siempre es importante adaptar el nivel de intensidad y la progresión del ejercicio a las características y las necesidades de cada persona y contar con la supervisión de un profesional cualificado. La conclusión es que el ejercicio físico puede ser muy positivo para frenar el vínculo entre menopausia y osteoporosis.
¿Y la alimentación?, ¿qué cantidades de calcio y vitamina D serían las recomendadas a diario cuando se ha entrado en la menopausia? La alimentación es otro factor clave para la salud ósea y muy importante cuando abordamos la menopausia y osteoporosis, ya que la alimentación aporta los nutrientes necesarios para la formación y el mantenimiento del tejido óseo. La base de la alimentación debe ser una dieta mediterránea, que incluya alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, alimentos ricos en calcio, como lácteos, pescados, tofu o semillas de sésamo, alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos, huevos o alimentos fortificados, y alimentos ricos en otras vitaminas y minerales que intervienen en el metabolismo óseo. Las cantidades recomendadas de calcio y vitamina D para las mujeres en la menopausia son de 1.200 mg y 800 UI al día, respectivamente. Estas cantidades se pueden obtener a través de la dieta o de suplementos, según el caso.
¿Recomendaría tomar suplementos cuando se entre en la fase de premenopausia o a partir de alguna edad en las mujeres? Los suplementos no son necesarios si se sigue una dieta equilibrada y variada que cubra las necesidades nutricionales de cada etapa de la vida. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que los suplementos pueden ser útiles o necesarios, como, por ejemplo, cuando hay una deficiencia o una mala absorción de algún nutriente, cuando hay una enfermedad o un tratamiento que afecte al metabolismo óseo, cuando hay una exposición solar insuficiente o una mala síntesis de vitamina D o cuando hay un riesgo elevado de osteoporosis o de fracturas.