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Anticoncepción

Dolor menstrual

El dolor menstrual, cuyo nombre médico es dismenorrea, ha afectado en mayor o menor medida al 49% de las mujeres en los últimos seis meses según un estudio realizado por Kantar y la consultora de comunicación LLYC. Pero por común que sea, no debe aceptarse como algo normal. Te explicamos por qué y cómo combatir el dolor menstrual con algunos consejos.

Redacción 22/03/2024No Comments

Desde el 1 de junio de 2023, la ley permite solicitar bajas médicas a causa del dolor menstrual. Se trata de un decreto que visualiza la gravedad de la sintomatología de la
dismenorrea en muchos casos. Más allá de los calambres en la zona baja del vientre, que en ocasiones irradia hacia los riñones y las piernas, el dolor menstrual puede, ir
acompañado de vómitos, dolor de cabeza, náuseas, estreñimiento o diarrea, e irritabilidad que pueden mantenerse hasta tres días, el día previo al inicio de la menstruación y los dos siguientes. Según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) el dolor menstrual afecta a una de cada tres mujeres jóvenes de forma habitual.

La Clínica de la Universidad de Navarra diferencia los niveles de dismenorrea en tres grados: leve, moderado y grave y sitúa la prevalencia real general en un 75%. El grado más grave e incapacitante afectaría a entre el 20 y el 25% de las mujeres (1). ¿Es tu caso? Quizá quieras descubrir por qué se produce y, lo más importante, si el periodo menstrual doloroso es primario o secundario.

¿Cómo es el dolor menstrual?

Agudo y espasmódico, continuo y sordo… se presente, como se presente, el dolor menstrual se clasifica en dos tipos según su origen y es fundamental acudir al ginecólogo para que lo determine.

Dismenorrea primaria o funcional. Las causas son una incógnita, aunque se piensa que tiene que ver con un aumento de prostaglandinas que provoca un incremento de la motilidad (contracciones) del útero. En esos casos, el dolor menstrual no suele responder a ninguna patología severa. Las molestias aparecen pronto, entre uno y tres años después de la primera menstruación y afecta mayoritariamente a las mujeres de entre 17 y 25 años que no han tenido hijos (2).

Dismenorrea secundaria. En esta ocasión, las molestias provocadas por el dolor menstrual sí son consecuencia de alguna patología. Las más frecuentes son
la endometriosis, adenomiosis uterina (presencia de tejido endometrial en el músculo uterino) y miomas (tumores uterinos benignos). Aunque es menos común, también podría deberse a malformaciones congénitas, a la enfermedad pélvica inflamatoria, a tener adherencias intrauterinas o al hecho de llevar un DIU. En este caso, afecta en
mayor medida a mujeres de más de 30 años que han tenido hijos, y las molestias pueden ser más graves, con un dolor menstrual continuo que puede hacer acto de presencia
hasta una semana antes de la regla y persistir varios días. Incluso puede producirse entre menstruaciones y durante las relaciones sexuales. (3).

Impacto de los periodos menstruales dolorosos

En el caso de las estudiantes, se ha llegado a analizar el impacto en absentismo escolar que pueden provocar las reglas dolorosas a través de distintos estudios. Uno de ellos,
publicado en la Revista de Enfermería Clínica, que encuestó a un total de 2.154 estudiantes, con una edad media de 20,4 años, señaló que la prevalencia general de
dismenorrea resultó ser la causa en el 78,9% de los casos, y en cuanto al grado de gravedad del dolor menstrual, fue leve en el 9,0% y moderada-severa en el 91,0% de los
ellos. La limitación de las actividades diarias se calculó en un elevado 90,4% (4).

¿Hay factores que predisponen a padecer dismenorrea?

Sí, en el caso de la dismenorrea secundaria ya se han mencionado, pero en el caso de la dismenorrea primaria también los hay. El dolor de regla está influido por la corta edad (entre las menores de 20 años es más frecuente), tener un flujo menstrual abundante, la menarquía temprana (antes de los 12 años), que el sangrado dure más de 7 días y los
antecedentes familiares. Si a mamá le dolía, lo más seguro es que tú también tengas unas reglas dolorosas.

A parte de estos factores, en los estudios científicos más avanzados se están barajando otros factores de riesgo que lo agraven como fumar, abusar del café, un consumo pobre de pescado o tener un índice de masa corporal inferior a 20 (5).

También se ha investigado sobre la relación entre algunos factores psicológicos y la severidad de la dismenorrea, y hay evidencia de que la depresión o la ansiedad están
estrechamente ligados a esta patología (6).

10 consejos para aliviar el dolor de regla

1. El calor siempre funciona y aplicar una almohadilla térmica en la zona baja del abdomen durante intervalos no superiores a 30 minutos alivia el dolor menstrual al producirse una vasodilatación y una relajación de la musculatura, aunque puede producir una hemorragia mayor.

2. Masajes circulares. Si se realizan en el sentido de las agujas del reloj de manera muy suave también resultan útiles.

3. Beber líquidos calientes. Ayudan a relajar el cuerpo.

4. Comer poco, pero con frecuencia. En ocasiones, la dismenorrea va acompañada de náuseas y vómitos, y de este modo se alivian estos síntomas secundarios.

5. Mantener las piernas en alto o acostarse de lado en posición fetal son las posturas favoritas para aliviar el dolor menstrual.

6. Relajarse. Los nervios solo contribuyen a mantener la tensión muscular. Además, un estado de estrés hace que el organismo genere sustancias proinflamatorias que pueden empeorar la situación. Practicar técnicas de relajación, como meditación o yoga son estupendas opciones.

7. Los baños y las duchas calientes también contribuyen a producir vasodilatación y además reducen la contracción de la musculatura relajan la musculatura de la
zona.

8. Tomar suplementos de vitamina B6, calcio y magnesio, especialmente si el dolor es de origen primario.

9. El sobrepeso puede ser un condicionante a la hora de tener reglas más dolorosas. Llevar una dieta saludable puede ayudar.

10. El ejercicio también ayuda. Caminar o dar paseos durante esos días contribuye a mejorar la circulación y además durante el ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, sustancias que ayudan a disminuir la inflamación y la sensación de dolor.

REFERENCIAS

1. Clínica de la Universidad de Navarra (CUN).
2. Sociedad española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
3. Elsevier. Revista Farmacia Profesional. Dismenorrea. Blanca Díez, Patricia
Fernández, Edurne Hidalgo, Estíbaliz Salinas. Farmacéuticas. Grupo de trabajo
del COF de Bizkaia.
4. Revista de Enfermería Clínica. Impacto de la dismenorrea primaria en el
rendimiento académico de estudiantes universitarios. Mario I. Ortiz, Ana
L. Espinoza-Ramírez, Raquel Cariño-Cortés, Adrián Moya-Escalera.
5. Ryan SA. The Treatment of Dysmenorrhea. Pediatric Clinics of North America.
2017 04;64(2):331-342.
6. Bajalan Z, Moafi F, MoradiBaglooei M, Alimoradi Z. Mental health and
primary dysmenorrhea: a systematic review. Journal of Psychosomatic
Obstetrics & Gynecology. 2018 05 10;40(3):185-194.
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